Un amor que mata

Llega el momento en que se nubla mi mirada,
no veo las estrellas,
el silencio de mi alma es invisible
y el frío viento cierra la puerta con la fuerza del amargo amor.

Tu recuerdo me persigue, el futuro no me espera.
No quiero mirar adelante, ni atrás.
No quiero mirarte queriéndome,
sólo necesito que me odies tanto como yo te amo y te odio.
Porque eres un amor imposible del bueno, del doloroso...
Que aunque quiero dejar de sentir y sufrir
no puedo.

Ataste tu alma a mi dolor,
combinaste tu cariño con mis ojos,
tus suspiros con mi aliento
y entraste en mí con una venda en los ojos.

Mientras curabas viejas heridas del pasado,
la distancia se encargaba de abrir nuevas heridas,
introduciendo en mi mente la realidad de un amor alejado...
Que cura y envenena,
que mata y acelera.

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