Entradas

Mostrando las entradas de octubre, 2014

Él

Estábamos sentadas en la orilla de la calle, las nubes no dejaban ver la luna, había un viento frío y ambas teníamos suéter. Creo que estoy enamorada de él... - me dijo, bajó la cabeza y cubrió su rostro con sus manos. Me estremecí, y aspiré mi cigarrillo para disimular mi sorpresa. ¿Está mal? No sé, no imaginé que esto pasaría. -Volteó hacia mí- siento que le quiero,  -hizo una pequeña pausa- a mi lado... No quería decirle nada, tampoco sabía qué. Así que sólo fumé por un largo rato mientras la escuchaba hablar sobre él. Comentó sobre su forma de caminar, ni tan rápida ni tan lenta, y la forma en que sus brazos se balancean cuando lo hace. Lo suave que se ven sus manos mientras las une lentamente. Lo quieto que está cuando se sienta, su mirada inexplicable y perdida entre las personas. Su escasa forma de sonreír y el brillo de sus ojos cuando se voltea al ser llamado. Sus expresiones cuando está malhumorado, e incluso cuando está triste. La forma en que respira hondo, su pec

Viejo amigo.

Imagen
¿Qué tal, viejo amigo? El clima cambió muchas veces y no sabía nada de ti. Debo admitir que me haces falta, y que te he pensado mucho. Me siento largos ratos en esa esquina de mi habitación que conoces tanto, casi me hace pensar que te dejé enterrado allí y te cubrí con algunos residuos de mi mala vida. Pero si por este camino vamos, hay que aclarar que tú me has consumido más de lo que yo a ti, y ahora debes andar de mal en peor, infectado por mí, y yo pensando que eres mi medicamento. ¡A dónde vamos a parar! Tú más que nadie has escuchado mis sollozos y has interpretado lo jodida que estoy. La culpa es mía, por supuesto. Y tranquilo, que siempre te he dicho que con eso no hay rollo. Que si yo quiero, me tomo fuertemente por las ilusiones y me lanzó directamente a la desesperanza, sabes que ya lo he hecho muchas veces y el camino se me hace bien bonito. Y bien, después de tantos meses, tengo tanto por contarte... Siento que ahora tengo más cosas encima, y