Deambulando
Soy una extraña
deambulo por estas calles, sin punto de partida ni de llegada, no son familiares, no me huelen a desgracia y basura vieja
En la esquina no hay una señora de la que solían murmurar que era bruja, ni esa casa azul donde vendían unos ricos helados, tampoco la casa vecina de ese señor que solía gritarle a los nietos hasta la otra cuadra
Los domingos no me despierta la música alta del vecino, que incluso murió
Muchos funerales han pasado, la brisa de la muerte no espera regresos sin fecha fija
Las personas siguen envejeciendo, se casan, tienen hijos, les pasa el tiempo así como me pasa a mí mientras deambulo por estas extrañas calles, dónde el 24 de diciembre no se escuchan fuegos artificiales, niños corriendo y jugando en las calles, bañados y vestidos para la ocasión, no veo luces de Navidad colgando ni nadie corriendo al última hora por el pan de jamón y el refresco
Pero ésta soy, me he convertido en la hija que no está el día de las madres, la tía que no está en el cumpleaños, la nieta que no puede decorar la casa de los abuelos en Navidad ni hacer los postes en semana Santa; también la amiga que no puede ir a tomar unos tragos entre risas y lágrimas
Deambulo por estas calles que se han vuelto mi casa, pero me miento a mi misma pensando que son mi hogar
Mi cuerpo intenta todos los días amoldarse pero mi corazón sigue teniendo la misma forma...
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